Independientemente de nuestra edad, el acné sigue siendo un gran problema común para todos nosotros en nuestra piel. Los adolescentes están mucho más expuestos a ella debido a los cambios hormonales que están experimentando.
Otros factores que desencadenan el acné son los malos cuidados inadecuados, los hábitos de alimentación no saludables y el estrés. Si no limpiamos nuestra piel adecuadamente o utilizamos para ello productos agresivos, podemos deshidratarla y como resultado se produciría más aceite para compensar. Este exceso de grasa y la exposición diaria bloqueará nuestros poros, creando un lugar perfecto para que se desarrollen las bacterias.
El acné puede reducirse significativamente con productos naturales, hábitos de limpieza diaria y una dieta adecuada. Los productos caseros utilizan ingredientes fáciles de encontrar como el aloe vera, la miel, el vinagre de manzana y el ajo.
¿Cómo actúa el Aloe Vera contra el acné?
El Aloe Vera contiene giberelinas (hormona del crecimiento), glucomanana (un polisacárido rico en manosa), que mejora la síntesis de colágeno cuando se usa o consume. Las giberelinas y los polisacáridos contienen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que combaten las bacterias liberando los poros bloqueados. Absorbe el exceso de sebo de la piel, evitando la obstrucción de los poros. El polietilenglicol del Aloe Vera reduce la inflamación. También reduce la irritación y el enrojecimiento causado por los granos. El Aloe Vera contiene zinc, vitamina C y vitamina E. Es rico en enzimas como catequinas, carotenoides y flavonoides. Además de los carbohidratos y aminoácidos.
Las propiedades astringentes del Aloe Vera ayudan a contraer la piel, por lo que los poros se limpian de sebo depositado, células muertas de la piel y suciedad, y el Aloe Vera estimula el crecimiento celular para curar la piel dañada.